Los riesgos inherentes a
toda operación deben manejarse en forma controlada a fin de evitar lesiones y
enfermedades ocupacionales. El manejo del riesgo se obtiene a través de una
adecuada planeación, ejecución controlada de trabajos, utilización de elementos
y herramientas adecuadas y la ejecución de trabajos con personal entrenado para
la labor que se desarrolla, lo cual facilita a la organización del trabajo,
identificación de peligros y la aplicación de adecuada metodología para
inspecciones e investigación de incidentes.